viernes, 25 de julio de 2008

UNA COLITA.



A veces, los comentarios que uno hace no despiertan nada en el otro, pero es uno mismo el que recuerda algunas cosas.
En la entrada anterior, terminaba con una frase: “Lo siento m’ijo: la división ya fue hecha”.
Esas palabras me sonaban en la cabeza como si no fueran mías. No le di mucha importancia porque escribo mucho y lo olvido rápidamente. Por eso a veces me plagio a mí mismo.
Pero esta vez recordé de dónde lo había sacado: es una historia que le oí contar a Borges.
Decía que allá por los ’40, se reunían habitualmente un grupo de amigos escritores, entre los que se encontraban algunos de la talla de Nalé Roxlo, Macedonio Fernández y Bioy Casares. Un día que él faltó, comenzaron a hacer en broma una división entre los literatos argentinos ubicándolos en dos grandes grupos: Florida (más de elite) y Boedo (más de barrio). Al otro día, uno de los amigos le contó a Borges, comunicándole que él estaba en el grupo de Florida.
– ¡Caramba!– comentó Borges – yo hubiera preferido estar en Boedo.
– Lo siento– le dijeron –la división ya fue hecha.
Lo que más sorprendía a Borges que esa división se enseñaba después en las escuelas como si fuera algo serio.

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