jueves, 3 de mayo de 2012

ECOLOGISTAS

No entiendo bien a los ecologistas a ultranza. 
No me refiero a quienes tratan de ahorrar recursos naturales o defienden la no contaminación ambiental, sino a los fundamentalistas de la ecología. 
Esos que luchan, por ejemplo, contra la caza de la ballena, porque suponen que si la ballena desaparece desapareceremos todos, por un fatalismo del equilibrio natural. 
Todas las especies, vegetales y animales, tienen un destino efímero. Desaparecieron los pterodáctilos y los dinosaurios como desaparecerán las ballenas y los perros. Todo es cuestión de tiempo. 
Cuando decimos esto, se nos dice que la naturaleza equilibra las cosas y a una especie sucede otra. Es decir, si tiene que desaparecer una especie, aparece otra que la elimina y listo. 
Claro que esos cambios tardan siglos o milenios. 
Siguiendo ese razonamiento, podríamos inferir que, siendo la ballena un animal inviable por su tamaño, la naturaleza ha decidido eliminarla. Entonces creó al hombre para que se ocupe de esa sucia tarea. Como toda evolución, esta eliminación llevó su tiempo. Desde la aparición del homo sapiens sapiens, pasaron unos 200.000 años. 
No sé si es mucho o es poco para la naturaleza, pero, siendo sabia como es, debe haber creado al hombre con la aceleración justa y necesaria. Si el hombre elimina a las ballenas es por un mandato natural que los ecologistas deberían respetar. 
En realidad me importa poco que las ballenas desaparezcan o que los ecologistas las defiendan. Lo que temo es que, una vez que hayan desaparecido la ballena, el panda y el cocodrilo del Nilo, se dediquen a defender las cucarachas, las ratas y los mosquitos. ¡El equilibrio es el equilibrio!

No hay comentarios: