sábado, 19 de mayo de 2012

PIEDBATI EN LA AZENINON

Modestamente yo, autor de este humilde blog, además de escritor, soy inventor. Hace poco más de 30 años, cansado de la gente que viene a importunar con pavadas cuando uno está sumamente ocupado, inventé el Multitelepatadoculómetro®.
 El modelo definitivo quedó concluido luego de progresivos mejoramientos del invento original, al que llamé Patadaculor.
Cuando venía alguno de esos inoportunos, me bastaba con apretar un botón disimulado debajo del banco de trabajo de mi taller, para que un invisible pie se estrellara en sus posaderas. A las dos o tres apretadas de botón sin que el impertinente se percatara qué le pasaba, comenzaba a creer en dolorosas hemorroides sorpresivas, en calambres glúteos o en cáncer de colon y huía lloroso.
Utilizando mis escasos conocimientos de electrónica, logré incorporar al aparato un teclado alfanumérico con el que regulaba la potencia de la patada y un display que marcaba su intensidad. Por esa condición de poder medir, lo rebauticé como Patadaculómetro
Los inoportunos dejaron de venir y el aparato se hizo un tanto inútil, hasta que noté que las ganas de patear no se daban solamente en cuerpos presentes, sino también en seres que poblaban la radio que me hacía compañía. 
Así que mejoré el invento para que pudiera patear a distancia. 
¿Maradona no era incluido en la selección del mundial? Apretaba el botón y… patada en el culo para Menotti. 
¿El discurso del presidente de turno interrumpía los tangos de “La noche con amigos”? Patada en el culo para Videla (con el máximo de potencia). 
Cuando descubrí que el dedo de apretar el botón se me estaba encalleciendo, el Telepatadaculómetro, como se llamó, tuvo una última modificación que le dio su nombre definitivo. Digitando el nombre de un grupo, cada uno de sus integrantes recibía su merecida patada. Si escribía, por ejemplo, “abogados”, se sacudían desde Carina Irale hasta Cúleo Rivarola. 
Entonces me di cuenta que el Multitelepatadaculómetro®, tenía un poder limitado y que la potencia de la patada era inversamente proporcional a la cantidad de pateados (theorema asinum) 
Para comprobarlo puse “China”. Sólo recibieron su patada 328.461.957 chinos, que por entonces sería el 30% de su población. La potencia de cada una, fue al equivalente a una mosca posada en las nalgas. ¡Ni se deben haber dado cuenta! Y quizás Deng Xiaoping, ni siquiera recibió la suya, porque murió recién en 1997 y de Parkinson, no de cáncer de colon. Con el agravante de que tal vez también la ligó China Zorrilla. 
Al aparato lo desarmé porque, cuando mis hijos quedaban solos en el taller, yo sentía algo así como dolorosas hemorroides o inexplicables calambres glúteos.


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