miércoles, 23 de julio de 2008

ALGO HAY QUE DECIR!



Algo hay que decir.
Eso es lo que dicen los que no tienen nada para decir pero tienen ganas de decirlo. Hoy me siento con esas ganas.
Son unas ganas casi heroicas.: “No sé qué decir, pero es mi deber decirlo”. Por eso voy a decir una pavada para referirme a la estatización de Aerolíneas Argentinas. Al fin de cuentas es también una pavada lo que hicieron. Vendieron una empresa más o menos en condiciones de operabilidad, que los adquirentes pagaron vendiendo parte de los activos que habían comprado (lo que habla de precio vil) y ahora la compran con un pasivo producido, en gran parte, por dichas ventas de activos.
Pero eso no es todo. Algunos creen (sólo los mal pensados) que el mismo gobierno es quien fogoneó a los gremialistas del sector para que, a través de continuos paros desalentaran a los potenciales pasajeros de la empresa, que rumbearon para otras aerolíneas. De esa forma obligarían a esos incapaces empresarios a dejar todo en nuestras manos.
Quiero advertir a los lectores que no me hago responsable de lo que digo, que sólo son lucubraciones de quien no tiene nada que decir pero se siente con la obligación de decirlo.
Por eso es casi sin sentido pensar que este estado, mal administrador por antonomasia, va a bienadministrar (si se me permite el neologismo) para que sea rentable y poder privatizarla (porque todos sabemos que el estado es mal administrador)
Si alguien me tomara en serio, me podría decir que el gobierno que privatizó no es el mismo que ahora estatiza. Si tal pasara, le podría responder con una pregunta ¿De qué lado estaban los que ahora estatizan cuando gobernaban aquellos que privatizaban? ¿Eran opositores? Sé que nadie podrá responderme. Y yo tampoco lo haré, por dos razones. Una por mi propia ignorancia y otra porque este blog sólo se dedica a contradicciones. ¡¡MAESTROS!!!

2 comentarios:

Adolfo Calatayu dijo...

No querido Ernesto,no es ninguna pavada tu comentario;es una historia más (de las cientas),de nuestro amado país. Provoca una gran frustación,bronca,y asco y por supuesto,un final anunciado...mientras no incentivemos una educación popular para lograr una educación superior,la gente va a continuar tirando a la marchanta la única herramienta seria y eficaz que posee,o sea el voto;sería un principio no? ya sé que no digo ninguna genialidad.
Un abrazo

Ernesto dijo...

¡Ah, qué vivo! ¡Con educación cualquiera arregla el pais!